
Con un aroma similar al fresco olor cítrico de la fruta de la que procede, el aceite esencial de mandarina tiene un efecto elevador del estado de ánimo, es relajante y ayuda a descongestionar la piel.
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Un fruto muy apreciado
Las mandarinas se han cultivado en China desde hace siglos. Según algunos informes, la fruta debe su nombre a que era el regalo tradicional que se hacía a los funcionarios de la China Imperial llamados mandarines.
Otras fuentes hacen referencia a la similitud entre el tamaño, el color y la forma de la fruta y los adornos que llevaban aquéllos en lo alto de sus sombreros. La fruta fue introducida en Europa en 1805, y en América medio siglo más tarde.
El árbol del que procede la mandarina (Citrus nobilis o C. reticulata) es pequeño, con hojas satinadas y bonitas y fragantes flores blancas.
A diferencia de muchos otros cítricos, la mandarina tiene una piel suelta, que se separa fácilmente.
Mandarina o tangerina
Aunque se tiende a usar los términos «mandarina» y «tangerina» indistintamente, realmente definen dos variedades distintas de naranja de piel fácilmente separable de la pulpa.
La tangerina es más grande y más redonda que la mandarina, con una corteza más amarilla, probablemente más parecida a la variedad china original.
La mandarina se cultiva en la actualidad en las regiones mediterráneas de Europa y del norte de África, mientras que la tangerina se produce principalmente en Texas, Florida y California.
Por otro lado, se han desarrollado también numerosos híbridos, como el tangelo (cruce de mandarina y pomelo), la clementina (tangerina y naranja dulce) y la naranja temple (mandarina y naranja dulce).
Efectos beneficiosos
El aceite de mandarina favorece la circulación sanguínea local, contribuyendo así a tonificar la piel y a mejorar su textura.
Es un aceite ligeramente sedante. Debido a su suave efecto, el aceite esencial de mandarina es considerado por muchos un «remedio para niños». Los herbolarios franceses incluso prescriben el zumo de mandarina para la irritabilidad y la tensión nerviosa, y sin duda el aceite esencial calma al niño sobreexcitado y le ayuda a dormir.
El efecto suavizante de las mandarinas se atribuye a su contenido en bromo, más elevado que en cualquier otro cítrico.
A diferencia de muchos aceites esenciales que son destilados, el de mandarina es extraído por presión en frío de la corteza del fruto. El resultado es un líquido amarillo dorado, con un bonito matiz violeta azulado, visible bajo una luz intensa.
Su aroma es suave, fresco y ácido, como el de la fruta de la que procede.
El efecto de su inhalación es calmante y ligeramente tonificante sobre el estado de ánimo. En aromaterapia, puedes utilizarlo como ingrediente principal en mezclas para masaje, para el baño y para pebeteros, con efectos similares a los descritos.
El comer unas mandarinas antes de irse a la cama ayuda además a conciliar un sueño realmente reparador.
El inconveniente de la mandarina, y de otras esencias cítricas obtenidas por presión en frío (excepto la bergamota), es que el aceite se deteriora muy rápidamente una vez expuesto al aire.
Esta característica puede ser responsable de algunos casos de reacciones cutáneas a la mandarina y a otros aceites cítricos. Compra pequeñas cantidades en una tienda de confianza y utilízalas en un plazo de seis a ocho meses después de abrir el frasco.
Tónico para la piel
Aparte de sus propiedades en el terreno del cuidado de la piel en general, el aceite esencial de mandarina es excelente como tónico para pieles grasas.
Por otro lado, cuando se mezcla con un poco de aceite esencial de manzanilla o de rosa en una loción corporal base o sin perfumar o en un aceite vehiculador, se convierte en un eficaz, suave y tonificante tratamiento para pieles secas.
El aceite esencial de mandarina se utiliza además en preparaciones destinadas a prevenir las estrías durante el embarazo. En este sentido, actúa mejor mezclado con otras esencias regeneradoras de la piel, como las de neroli, lavanda y rosa.
Ficha de datos Aceite Esencial de Mandarina
Nota de mezcla: Alta
Efecto beneficioso: Aroma tonificante y cuidado de la piel.
Precio: Asequible
Grupo de aroma: Cítrico
Advertencia: Ligeramente fototoxico, de manera que no debe de aplicarse antes de la exposición al sol.
Usar en un plazo de 6-8meses después de abrir el frasco.
Belleza natural con mandarina
Levanta ese ánimo con un gel de ducha y una loción corporal revitalizantes, un bálsamo de protección labial, un reafirmante facial… y mucho más.
Tónico a la miel
Aplicada con un algodón, el agua de miel refresca, tonifica y suaviza la piel. Puede emplearse como loción para después del afeitado.
La receta básica es apropiada para pieles normales o grasas.
Para pieles secas, reduce el aceite puro de mandarina a 1 gota, y sustituye la de incienso por 2 gotas de aceite de manzanilla. Aplica la mezcla sobre la piel limpia (o afeitada) dos veces al día.
El agua de miel puede dejar la piel algo untuosa durante unas horas. Si es así, es posible que prefieras aclararte la cara con agua fría transcurridos 30 minutos, tiempo suficiente para que los ingredientes activos hagan efecto.
- 1/4 cucharadita de miel clara
- 1 cucharadita de vinagre de sidra
- 100 ml de agua destilada
- Un embudo de plástico
- 2 gotas de aceite puro de mandarina
- 1 gota de aceite puro de incienso
Calienta al baño María la miel, el vinagre y 15 ml de agua destilada en un bol resistente al calor. Remueve hasta que la miel se haya disuelto.
Vierte la mezcla en un frasco de vidrio oscuro. Añade los aceites y agita bien. Llena el frasco con el resto del agua y agita de nuevo.
Puedes conservarla en sitio oscuro y fresco durante dos semanas. Agita antes de usar.
Gel de ducha “Sol de la arboleda”
- 15 ml de gel de ducha base
- 4 gotas de aceite puro de mandarina
- 1 gota de aceite puro de azahar
- 1 gota de aceite puro de Ylang-ylang
Vierte un poco de esta mezcla en la esponja y aplica un masaje sobre la piel. Usa esta loción después de la ducha.
Loción corporal “Sol de la arboleda”
- 20 ml de loción corporal base
- 8 gotas de aceite puro de mandarina
- 2 gotas de aceite esencial puro de neroli o de azahar
- 2 gotas de aceite esencial puro de Ylang-ylang
Bálsamo labial a la cera de abejas
La cera de abejas puedes comprarla en una herboristería.
- 5 g de cera de abejas
- 15 ml de aceite de castor
- 5 ml de aceite de jojoba
- 1/4 cucharadita de miel clara
- 5 ml de aceite de mandarina diluido
- 3 gotas de aceite puro de geranio
Ralla la cera sobre un bol resistente al calor; añade los aceites de castor y jojoba, y la miel, y ponlo al baño María. Remueve hasta que la cera se disuelva. Retira del fuego y añade el resto de los aceites, removiendo. Vierte el bálsamo a un tarrito con tapa de rosca. Se conserva durante seis meses.
Exfoliante de mandarina
La finalidad de una limpieza facial o corporal es la de exfoliar de la superficie de la piel las células muertas. Las pieles más jóvenes tienden a mudar sus células sin ayuda, pero a medida que envejecemos los procesos de regeneración cutánea van tomándose más lentos
Las células nuevas se forman más lentamente y las viejas tienden a agruparse en placas, dando lugar a un tono de piel desigual y a un aspecto apagado. Por todas estas razones, casi todos los tipos de piel agradecen un tratamiento exfoliante semanal.
Advertencia: dado que la piel del rostro es muy frágil, aplica el exfoliante con un suave movimiento de frotamiento.
- Un puñado de avena molida de grano medio (o harina de maíz si tienes la piel seca)
- Un pañuelo de algodón
- 6 gotas de aceite puro de mandarina
Pon la harina de avena en el centro del pañuelo, salpícala con el aceite esencial y después une las esquinas del pañuelo. Humedece este aplicador con agua tibia antes de usarlo.
Además de dar brillo a tu piel, el suave aroma de la mandarina te levantará el ánimo si te sientes decaída. La receta sirve para una aplicación.
Reafirmante facial
Una mascarilla de efecto rápido para suavizar las arrugas finas.
- 5 ml de vinagre de sidra
- 1 gota de aceite puro de mandarina
- 1 gota de aceite puro de mirra
- 1 clara de huevo
Mezcla el vinagre con los aceites. Bate la clara de huevo hasta que haga espuma. Aplica una pequeña cantidad alrededor de los ojos para disimular las arrugas finas. Bate ligeramente la mezcla de vinagre con el resto de clara.
Aplica la mezcla sobre el resto de la cara y el cuello y déjala actuar 15 minutos. Aclara con agua fresca.
Polvos corporales
Tienen un suave aroma oriental.
- 30 g de harina de arroz o de maíz
- 15 gotas de aceite puro de mandarina
- 5 gotas de aceite puro de cilantro
- 2 gotas de aceite puro de pachulí
- 3 gotas de aceite puro de sándalo
- 5 gotas de aceite puro de Ylang-ylang
Pon la harina en un tarro de vidrio y añade los aceites esenciales puros. Encaja la tapa, agita bien y deja reposar durante 24 horas.
Espolvorea la mezcla sobre tu cuerpo con una torunda de algodón o utiliza una borla especial para la aplicación de polvos.
Hogar fragante con mandarina
Tres buenas ideas para aprovechar el aroma y el sabor de este cítrico:
Ambientador
Para aromatizar suavemente y en pocos minutos una habitación, apaga una vela encendida y añade unas gotas de aceite esencial puro de mandarina a la cera acumulada en la base. Después, vuelve a encender la vela y disfruta de un suave aroma cítrico.
La llama debe estar bien apagada cuando añadas el aceite, ya que es inflamable.
Cera para muebles a la mandarina
- 5 ml de detergente concentrado al limón
- 150 ml de agua
- 60 g de cera de abejas
- 300 ml de trementina
- 20 gotas de aceite puro de mandarina
1.- Mezcla el líquido limpiador con el agua. Funde al baño María la cera con la trementina en un bol resistente al calor. Añade el agua jabonosa y remueve para formar una emulsión o crema densa. Retira la cacerola del fuego.
2.- Mientras se enfría, remueve de vez en cuando para mantener la consistencia suave. Añade el aceite esencial. Vierte la mezcla en un frasco o bote de boca ancha y con tapa de rosca.
3.- Aplica la cera sobre los muebles con un trapo suave. Deja que se seque durante 5 minutos y después abrillanta con un paño limpio.

Azúcar a la mandarina
- 250 g de azúcar extrafino
- La corteza de 3 mandarinas
- Un molinillo de café o un mortero
1.- Lava las cortezas y ponlas en la placa del horno a baja temperatura hasta que estén bastante secas, pero sin que hayan cambiado de color. Muélelas.
2.- Mezcla la corteza molida con el azúcar y consérvala en un frasco de cierre hermético. Utiliza esta mezcla en lugar del azúcar corriente para preparar cremas y pasteles. Si quieres adornar el frasco para regalo, ensarta un trocito de la corteza en la cinta, sobre la etiqueta confeccionada en casa.
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